jueves, 27 de junio de 2013









MARIO BENEDETTI 
Y
 MI CAUDAL DE INTOLERANCIA

Octavio Acosta Martínez
octaviocultura@hotmail.com
Twitter@snittker




          El tipo no dio argumentos, simplemente calificó y sentenció: "¿Benedetti escribió algo que valga la pena?"  Ésta es la clásica pregunta que no pregunta nada, sino que afirma. Pero, por si pudiera quedar alguna duda, el tipo aclaró y concluyó: "Hablo en serio. jamás he leído algo de este hombre que me haya "medio" interesado. Simplemente lo encuentro detestable sin apelación. Pero si alguien me menciona alguna obra suya que merezca atención, la leeré y ¡voto al cielo! habrá ganado un nuevo admirador...". ¿Se podría decir algo más después de esto? Pues sí, el tipo añadió "algo" algo más tarde: "Superando mi aversión a lo pavoso y lo vitando, me puse a leer "poemas" de Benedetti... Cruz pa'l cielo que no lo vuelvo a hacer...". 

          Yo, por mi parte, no estaba haciendo un estudio sobre la calidad poética de Benedetti. Sólo dije que lo he admirado y lo admiro. Esto es algo muy diferente a afirmar que él fuese bueno. Dentro de los pocos privilegios y de los escasos vestigios de libertad que me restan está el de admirar a quien  me dé la gana, sin tener que dar explicaciones ni justificaciones.

          La referencia a Benedetti estuvo inscrita en el marco de una discusión política, de las muchas que se dan en facebook para hacer catarsis y perder un poco el tiempo hablando pistoladas. En este espacio se encuentran diariamente los que creen en pajaritos que hablan, y los otros, los que no creen que hablen ni que estén preñados.

          "Mario Benedetti poeta al que tanto admiro y he admirado. Ha sido mi acompañante de tantas soledades, pero ¡qué vaina! ¿Porqué tienes que meterte, o mejor dicho, meter tu poesía, en ese basural político ante el que seguramente tienes los mejores sentimientos, pero que no comprendes?" . Fue lo que escribí. Esto debido a que un apreciado profesor y amigo, ferviente defensor de la "revolución bolivariana", nos envió por facebook un panfleto con forma de poema de Benedetti, llamado "Poema a la clase media". Si este llamado poema pudiese considerarse una muestra representativa de la obra de Benedetti, entonces el tipo seguramente tendría razón. Pero la fuerza de mi argumento estaba centrada en esa desviación que con tanta frecuencia observamos en intelectuales calificados cuando se adhieren a una causa o a un personaje político, lo cual manifiestan a través de panfletos disfrazados de textos literarios, de pinturas, de canciones, o de cualquier otra cosa. En ese momento pierden su dignidad y desdicen de lo que ellos mismos han sido en las manifestaciones serias de sus obras.  Independientemente de lo que cada quien quiera pensar, Benedetti es una figura conocida y reconocida; por eso la di importancia al envío de mi amigo. No hubiese tenido mayor valor argumentativo   haberme referido así: "Juan Martínez, un amigo mío que vive en El Naranjal, ha dicho que..." ¿De que me serviría esto? (por muy capacitado que sea "Juan Martínez"). Pero el tipo no entendió y convirtió una crítica política en una crítica literaria .

          ¿Qué hice yo, entonces? Me dije: "Este tipo es un bolsa  que quiere lucirse haciendo ostentación de un gran conocimiento crítico en una materia que no es la que está en la mesa de discusión. No voy a caer en esta trampa tan elemental. Si él quiere dictar un taller de poesía que lo haga solo o con otros. Mi planteamiento va por otro lado, y es lo que por ahora me interesa." Y como no me gustó su forma  de entrar en la discusión -en realidad no "entró", él creó una nueva discusión- hice uso de las nuevas libertades logradas con el desarrollo de las redes sociales: lo eliminé de mis contactos de facebook. Forma simple de acabar con un problema no buscado.

          ¿Intransigencia? Sí, reconozco que soy bastante intransigente cuando quiero. Soy completamente sincero en esto. Tengo mi reservorio de intransigencia, como en un tanque, que controlo mediante una llave de paso. En ocasiones abro la llave y dejo salir todo mi caudal de intransigencia, el que fluye a muy alta presión. Pero puedo también regularla dejando salir sólo un chorrito flaquito, o unas gotas, o cerrarla completamente para que no salga nada. Eso quiere decir que mi intransigebcia es  a tiempo convencional.

          Con Benedetti he sido sumamente condescendiente. En lo político, porque en lo poético, cuando hace poesía y no panfletos, me gusta y punto. He leído sus poemas desde antes de la época -ya en vías de extinción- del bolivarianismo chavista. Su adhesión a esta especie de brebaje ideológico se lo perdoné entonces y se lo perdono ahora cuando le dio alcance a la verdad y se encontró con su propia muerte. Trato de pensar que desde Uruguay, quizás por el efecto de la curvatura de la Tierra, las cosas nuestras deban verse  distorsionadas. Seguramente él se sintió impresionado, al igual que mucha gente en el mundo, cuando en la hermana Venezuela una supuesta "revolución" comenzó a hablar desde el poder. Cómo no se le va a perdonar si tanta gente valiosa,  preparada e inteligente que habita con nosotros, también se la está creyendo. Es la necesidad que tiene de creer en algo el ser humano, cuando se está lleno de anhelos y frustraciones. 

          Benedetti siempre fue un revolucionario, escribió sobre la revolución, le cantó a la revolución, invocó a la revolución como se invoca un espíritu emancipador. Y finalmente, encontró en otra latitud una revolución que no pudo obtener  en la suya propia. Pero Benedetti era honesto, sólo que su entusiasmo no le permitió obtener una percepción exacta de la realidad bolivariana. Por eso se adhirió a la revolución que él creía que era, sin saber que paradójicamente  varios años atrás, él la había descrito como la revolución que no era. Un retrato a futuro ¿Cómo sabía Benedetti que  las pseudorevoluciones existen? Porque en el mundo se habían dado muchas experiencias y él las había observado. ¿Y cómo fue que Benedetti no se dio cuenta que ésta bolivariana se ajustaba a una de esas tantas experiencias? "Curvatura" aparte... . Porque en el fondo seguimos siendo niños y mantenemos siempre la oculta necesidad de creer en San Nicolás.


        
                                                                                                                        
          En los años sesentas y un poco más acá, Benedetti escribió numerosas letras de canciones. En su libro "Canciones del más acá" (Seix Barral Biblioteca Breve, 2ooo) incluyó 60 textos, entre poemas, letras de canciones y poemas adaptados "a los menesteres de la canción" . 
                                


                 





          Dentro de estas canciones aparece una que se llama "Las palabras", del cual, para simplificar las cosas, transcribo las últimas tres estrofas:

                                       .................................
                                       .................................
                                       si está entregando el país
                               y habla de soberanía
                               quién va a dudar que usted es
                               soberana porquería

                               no me gaste las palabras 
                               no cambie el significado
                               mire que lo que yo quiero
                               lo tengo bastante claro

                               no me ensucie las palabras
                               no les quite su sabor
                               y límpiese bien la boca 
                               si dice revolución






                                
                                  
        
          No es que me guste esto como poema, y mucho menos la música que la acompaña, y menos todavía el cantante que encontré interpretándola en youtube (ahora hay que aclarar muy bien las cosas ..., aparte de que no soy muy amante de eso que llaman "canción de protesta") y que voy a insertar en este trabajo para que ustedes lo escuchen, pero ¡qué actualidad!, parece ciertamente un retrato hablado de la revolución bolivariana a la que Benedetti un día se adscribiría. Éste es el video:



 

                                                                                                    
            Éste es un cantante que se hace llamar Emiliano Zapata. Si a alguien le gusta, le respeto su gusto. En mi caso, lo coloco aquí por su valor informativo en relación al tema tratado.

          A Benedetti yo le cerré la llave de la intolerancia y me sigue gustando cuando no es panfletario. Me deleito con su poesía, sin importarme los juicios que establezcan  los doctos especializados en poemología. En cambio, al tipo aquel, que le faltó humildad para amoldarse al sencillo tema que tratábamos, le lancé el chorro completo.

          Un conocido hombre de derecha, pero que me cae muy simpático, termina sus comentarios de una serie radiofónica de esta manera: "¡Así son las cosas!" Y efectivamente, así son las cosas.